23/10/2010

Lingüistas rescatan lenguas americanas en extinción

ABC

Palabras que guardan la historia de pueblos milenarios están al borde de la extinción en Latinoamérica, pero un grupo de »cazadores de lenguas» intenta rescatarlas con expediciones científicas y el poder de las nuevas tecnologías.

Proyectos como «Enduring Voices», de la sociedad National Geographic, o el instituto Living Tongues, rastrean los rincones del mundo más remotos en busca de los últimos hablantes de lenguas en ocasiones desconocidas.

David Harrison es el «capitán» de ambas iniciativas, un lingüista formado en la Universidad de Yale (EEUU) cuya meta es encontrar los tesoros lingüísticos más escondidos del planeta.

Cuando llega a una aldea en el corazón de la Amazonía o en la fría estepa siberiana con su equipo, transcribe los fonemas que escucha mientras una grabadora y una cámara captan las voces de pueblos que nunca antes habían sido registradas.

Sus años de investigación han servido para componer y actualizar un mapa mundial de «puntos calientes», regiones donde pequeños grupos mantienen vivas lenguas a punto de morir.

Además de trabajos académicos, bases de datos y diccionarios, estos proyectos sirven de plataforma para distribuir canciones, leyendas o historias nunca antes registradas y traducidas para el público en Internet.

Para Harrison, el objetivo de la misión va más allá de la conservación lingüística.

«La lengua es parte de la identidad y la cultura, por eso cuando una lengua se extingue, la gente y todos nosotros perdemos su historia, su mitología, su poesía, la expresión de la creatividad humana», expresa Harrison en una entrevista a Efe.

En Latinoamérica, tres regiones son las más amenazadas por esta desaparición: una situada en el sur, con centro en Paraguay, otra en México y una tercera, la más sensible, que se expande por los Andes y la cuenca del Amazonas, sobre todo en países como Bolivia.

El lingüista aplaude los esfuerzos de activistas, universidades y gobiernos en esos países para revitalizar esas lenguas, aunque no oculta la muerte anunciada de muchas de ellas.

«Latinoamérica es una de las regiones más ricas en diversidad lingüística, pero hay ciertas lenguas cuyo estado de extinción está muy avanzado para ser salvadas. Casi seguro van a extinguirse», pronostica.

Una de las áreas más amenazadas y también más ricas en diversidad -el triple que la de Europa según el índice del proyecto- es una región que tiene en su centro a Paraguay y que abarca una porción del suroeste de Brasil y el norte Argentina.

Según la escala del proyecto, la situación de las 48 lenguas es «grave» y algunas están a punto de desaparecer como el vilela, en Argentina, que cuenta con poco más de un par de hablantes o el ofayé, con apenas dos decenas de nativos en Brasil.

Pero no todas corren tanto riesgo de desaparecer, como señala Harrison con el ejemplo del maka, hablado por centenares de personas en un enclave céntrico muy delimitado de la capital de Paraguay, Asunción.

«Es una comunidad muy interesante. Tiene su propia escuela. Los hombres hablan un poco de guaraní y español. Son pocos, pero tienen una fuerte ideología lingüística y un sentido de orgullo muy arraigado», explica.

Ese «activismo lingüístico» es, según el experto, «decisivo» y uno de los movimientos en auge a nivel global, que intenta evitar la muerte de casi 7.000 lenguas que hay en el mundo. Según organismos internacionales, cada quince días, una se extingue.

En Bolivia, la expedición investigó el kallawaya, hablado por unas cien personas para rituales religiosos y prácticas medicinales, y considerada una lengua secreta porque se transmite de abuelos a nietos.

Pese a los esfuerzos del equipo, Harrison reconoce que la clave del rescate está en las generaciones más jóvenes.

«Ellos tienen el poder de decisión para que sus lenguas sigan vivas. Depende de si son incentivados a utilizarlas o si se sienten presionados o avergonzados por hablar en ellas», considera Harrison.

La expedición seguirá sus trabajos en India, donde identificaron hace pocos meses una lengua hasta el momento desconocida, koro, y en enero de 2011 se desplazará a Chile para investigar y registrar el huilliche, de la comunidad mapuche de ese país.

En: http://www.elcastellano.org/noticia.php?id=1577

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20/10/2010

El origen del amor

Señor Sinay:leyendo "El arte de amar", de Erich Fromm, encontré lo que creo es una de las raíces de la angustia humana. Nos habla de la "separatidad" que sufrimos cada uno de los seres humanos, y del anhelo máximo, que es la unión plena con el otro y la revelación de lo que llama "el secreto del hombre" (alcanzar el pleno conocimiento de mi ser y del otro). Entiendo que entonces la angustia se origina en que,por nuestra separatidad, no podemos alcanzar este anhelo. Y es justamente el amor el que viene en nuestro auxilio. ¿Es esto así? ¿Es superable esta angustia o debemos resignarnos y reducir nuestras expectativas? Creo que sí se puede, aunque por nuestra condición humana siempre estará presente. Pedro M. Barruti (18 años)

Somos angustia, decía el filósofo francés Jean-Paul Sartre. Por lo tanto, sostenía, no podemos desembarazarnos de ella. Otros animales temen. Los humanos, además, nos angustiamos. Aunque mucho se ha pensado y escrito sobre ella, tanto en la filosofía como en la psicología, la literatura y la medicina, la definición de la angustia parece inapresable. La palabra nace en el término latino angustus (estrecho), y esa suele ser la sensación que la acompaña:la del angostamiento del corazón. La angustia no es provocada por el pasado, sino por el futuro. La tristeza, la nostalgia, provienen de hechos del pasado. Ellas, aunque nublan el alma, no la constriñen. Lo que las provoca ya ocurrió. La angustia, en cambio, semeja una pregunta sin respuesta acerca del porvenir. Una expectativa insegura acerca de algo que tememos que se repita o la vana esperanza de que, aunque deseemos, no ocurra. ¿Qué será de mí?, es una pregunta fundadora de la angustia. El animal teme en el presente a un peligro cierto. Pasa el peligro, pasa el temor. Los humanos tememos a lo incierto. Eso nos angustia.

Nacer, dicen el gran humanista alemán Erich Fromm (1900-1980) y también los pensadores existencialistas, es ser arrojado al mundo. Salvo la muerte, no hay otra certeza, y eso nos hace conscientes de la vida. No decidimos cuándo nacer ni cuándo morir, pero sí qué hacer con nuestra vida. Y ante ella cada uno es único, está solo en su singularidad. Esto es la separatidad. Ella genera angustia e impulsa, también, al amor. El amor es encuentro con otro, ruptura de la cápsula existencial en la que nacemos.

Pero el amor no es mágico. El propio Fromm señala en El arte de amar (mencionado por nuestro amigo Pedro) que si sólo fuera un sentimiento no habría bases para que se consolidara en el tiempo. El amor es el arte de conocer al otro en su esencia y descubrir en esa esencia que estamos hechos de la misma materia prima, nuestra condición humana. Tal arte requiere paciencia, presencia, compromiso y práctica (hechos,actitudes,conductas,acciones). Como la angustia, el amor es un fenómeno específicamente humano, según señalaba Viktor Frankl. Hace humana nuestra existencia, se caracteriza por su carácter de encuentro, y en el encuentro una persona y otra coexisten. "Es la única manera de aprehender a otro ser humano en lo más profundo de su ser.Nadie puede conocer de veras a otro si no lo ama", escribe Frankl en El hombre en busca de sentido. Y nadie ama sin conocer, agrego.


Cuando ama, cuando reconoce al otro como tal y se asoma a él para descubrirlo, descubriéndose a su vez, cada persona convierte en acto sus potencias y hace que lo mismo ocurra con la persona amada. Es una sinergia única. Trasciende la separatidad. Se entiende, desde esta perspectiva, que no hay amor sin el otro, sin un otro real y tangible, que no hay amor en abstracto, que el amor es una vivencia en común, una convergencia de proyectos existenciales que se traducen en una marcha hombro a hombro, como describe el pensador italiano Francesco Alberoni en su clásico Enamoramiento y amor.


Cuando el amor no tiene rostro y presencia, la angustia es una amenaza latente. Cuando el amor no tiene rostro y presencia nos devuelve a la separatidad, a la angustia original. En la evidencia del amor nace la palabra nosotros. Es que, hablando de amor, no se puede decir nosotros si antes no hay un Yo que se examina a sí mismo y que, al hacerlo, reconoce la existencia de un Tú. Un Yo y un Tú que parten al encuentro del otro desde sus separatidades iniciales y se encuentran, por fin, en ese Nosotros pleno de significado que es la consagración del amor. Y acaso porque conocemos la angustia de la separatidad es posible el amor.
sergiosinay@gmail.com

En:http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1296922

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11/10/2010

Vargas Llosa, Premio Nobel

La pasión y la razón, claves de un premio que hizo justicia

Preciso y obsesivamente ordenado en su escritura, Mario Vargas Llosa, flamante premio Nobel, construyó un edificio literario que, inspirado en los grandes maestros del siglo XIX, es sobre todo la expresión de alguien vitalmente comprometido con su época. Un hombre que privilegia la acción tanto en la literatura como en el periodismo y en la vida política. 
 

Por: Hugo Caligaris

En: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1313318