18/01/2011

Guía para leer a Paul Auster

Un recorrido con el escritor por la Nueva York de "Sunset Park", su última novela. 

POR FRANCESC PEIRON

La última novela de Paul Auster arranca en la soleada Florida, en medio de la desolación de las viviendas embargadas por el impago de las hipotecas tóxicas. Joyce Carol Oates la define como “una pesimista alegoría contemporánea de la vida americana bajo la espiritualidad de la bancarrota”.
Pero su título es puro Nueva York, ciudad que desempeña un papel importante. Toma el nombre de Sunset Park (Anagrama Edicions 62), uno de los barrios de su Brooklyn, aunque no es el Brooklyn mesocrático de Park Slope donde reside el autor, ni el Brooklyn de Carroll Gardens, Dumbo o Williamsburg, redescubierto por los artistas y los turistas europeos más leídos. Es el otro, el de mayores dimensiones y más denso, el que conecta por la vía de la miseria con la tribulación de quienes perdieron su hogar. “Rara es la construcción a la que accede que ha sido dejada en buen estado… Resulta más habitual que haya habido una erupción de violencia e ira”. El que se encuentra con este paisaje de derrota es Miles Heller, protagonista principal, que trabaja limpiando las residencias expropiadas para que el banco las vuelva a poner en el mercado. A él le gusta retratar los objetos abandonados en la diáspora de la ruina. Miles es un joven de 28 años de clase media, erudito, que hace algo más de siete huyó de su hogar familiar, en una zona elegante de la Gran Manzana.
“Siento que es la primera vez que escribo una novela que ocurre en el presente. Los embargos suponen algo terrible, es la imagen de la crisis”, sostiene Auster.
Ahora, por la amenaza que se cierne sobre Miles, tras enamorarse de una menor de edad –Pilar Sánchez–, decide volver a su territorio. “Me gusta el nombre de Pilar”, subraya el autor.
Se cobija en una casa okupa.
Nueva York, Brooklyn, Manhattan. Tres referencias geográficas que adquieren relevancia esencial en la narrativa de Auster. “No en todos, pero en muchos de mis libros Nueva York tiene un papel relevante”, comenta. Así sucede en este relato.
Está pachucho. El escritor vive encerrado en su morada por una neumonía que le ha impedido viajar a España para presentar este nuevo trabajo. De entrada, no desborda optimismo, “aún tengo fiebre, no estoy seguro de que mejore”, que es como arranca esta conversación mantenida el pasado lunes, entre ataques de tos.
“Ella no quiere dejar Nueva York. Quiere continuar en esta inmensa, inhabitable ciudad tanto como pueda”. Ella es Alice Bergstrom, otra de las okupas. “Es una mujer inteligente”, apostilla su creador, que se va animando al entrar en materia. ¿Inhabitable? “Nueva York es un lugar difícil, especialmente si no tienes dinero. Si eres rico es muy bonita. Si has de luchar es extremadamente difícil”.
Su libro es un juego de contrastes. Los ricos Estados Unidos y el de los desheredados. La ciudad del glamur –el padre de Miles es editor; la madre, actriz; el padrino, escritor o alter ego de Auster–, y la otra, la de los que no pueden pagar el alquiler de un apartamento y cada vez se han de alejar más de aquella primera ciudad. “Miles ha crecido en el West Village, en un vecindario muy agradable, y ahora está en Sunset Park, ¿has ido alguna vez?”.
–Sí.
–“No es un lugar muy feliz. Es un sitio que no se acostumbra a visitar. Es pobre, sencillo, con muchos inmigrantes, donde la gente ha de bregar para salir adelante. No es una de las partes maravillosas de Nueva York. Miles se siente un tanto alienado”.
En uno de sus paseos, Auster descubrió una casa de madera, de ventanas y puertas selladas. El enclave ideal para desarrollar su proyecto. “Es el entorno donde resulta posible que alguien ocupe  una vivienda. Hay zonas de Nueva York donde hacer de squatter sería demasiado visible”.
Nada que ver, considera, con Park Slope, donde habita, en la que es su cuarta residencia dentro del concejo de Brooklyn, adonde llegó hace 31 años.
Su nombre se cita casi como sinónimo de Brooklyn, aunque reconoce que “lo elegí porque era más barato, no me podía permitir por más tiempo seguir en Manhattan”. No hace demasiado que hizo mudanza. Él y su esposa, la también escritora Siri Hustvedt, precisaban de una casa más grande. Estaban en Park Slope, en el entorno de la séptima avenida, y se fueron, como quien dice, a la acera de enfrente.
“Le dije a Siri que, si quería volver a Manhattan, por mí no había ningún problema. Cuando me conoció ella residía allí. Decidió que nos quedábamos”.
Se diría que Paul Auster ha ejercido de ariete. Que abrió las puertas del enclave a la numerosa llegada de la gente de la creación y la intelectualidad. De su ramo, recuerda a Norman Mailer, que residió en el vecindario hasta que se lo llevó la parca. De los veteranos cita a Paula Fox y, de los jóvenes, a Rick Moody, Jonathan Safran Foer, Nicole Krauss, Colson Whitehead o Jonathan Leaf, entre otros. “Prácticamente todo el mundo vive en Brooklyn, ja, ja”, bromea. “Se ha convertido en una especie de centro nacional para artistas. Ahora debe de haber más artistas aquí que en Manhattan”, prosigue.
Tal vez en esta elección influya la invasión de visitantes que sufre la Gran Manzana, desbordada por el éxito. “No creo que sea un declive”, responde. “De nuevo, todo es una cuestión de dinero –insiste–, hay mucha gente que no se puede permitir vivir en Manhattan. En Brooklyn pueden encontrar un buen sitio que salga por una cuarta parte de lo que resultaría al otro lado”.
Después de un respiro, continúa en su explicación. “A mí me gusta vivir en Brooklyn. Es un buen lugar para trabajar, para educar a tus hijos. En cambio, es mucho menos excitante que Manhattan, cosa que a veces echo de menos, las librerías, las galerías de arte. De todo hay menos en Brooklyn. Manhattan sigue siendo el cogollo cultural de Nueva York. Ahora viven allí menos artistas, pero la labor la desarrollan o la publican en Manhattan. A lo largo de la conversación admite, sin embargo, que el dinero no es la razón exclusiva a la hora de elegir la residencia. Lo asegura pese a que “no sé explicar muy bien el interés por Brooklyn. En Park Slope o en Williamburg no hay nada para ver, salvo el museo”.
Auster da una de sus claves personales. “Étnica y racialmente Brooklyn está mucho más mezclado. En un restaurante encuentras de todo, negros, indios, de todo. En Manhattan, en un buen local, sólo hay blancos”.
"Los escritores no debería hablar con periodistas"
Hablar con Paul Auster no es ningua tortura, aunque en "Sunset Park" haga decir a su alter ego que “los escritores nunca deberían hablar con periodistas”, y descalifica las entrevistas “como una forma envilecida de simplificación”. Al comentarle que sorprende que esto venga de un autor por lo general bien tratado, replica: “¿Esa frase es verdad, no?”. Que los periodistas ayuden al público a entender una obra, “depende del periodista”.
Fuente: La Vanguardia

12/01/2011

Mensaje especial

Imaginaria agradece a Fundación Telefónica de Argentina y su portal EducaRed el apoyo que nos ha dado desde mediados de 2003 hasta este último día de 2010. Gracias a ese apoyo mantuvimos el nivel de calidad y aumentamos el volumen de los artículos publicados.
Imaginaria seguirá adelante igual que hasta hoy, con los mismas personas que han venido escribiéndola y editándola desde los comienzos, allá por 1999.
Seguir leyendo:Mensaje especial


En: http://www.imaginaria.com.ar/?p=8665


10/01/2011

Murió la genial autora María Elena Walsh

El 10 de enero de 2011 falleció a los 80 años la reconocida autora argentina. Creadora de libros como Dailan Kifki y canciones como Manuelita la tortuga, su nombre está asociado a clásicos de la literatura, el teatro y la música atentos al mundo de la infancia.
María Elena Walsh nació en el barrio de Ramos Mejía (Buenos Aires), el 1 de febrero de 1930, y será velada en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), sita en Lavalle 1547.
Acceda a material biográfico elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación.
Desde su primer libro, Otoño imperdonable (1947), su carrera y reconocimiento experimentó un crecimiento extraordinario: incluso sus obras fueron llevadas al teatro (Canciones para mirar, en el teatro San Martín) y al cine (Manuelita, de la mano de Manuel García Ferré).
Cabe mencionar que sus trabajos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, sueco, hebreo, danés y el guaraní. En 1991 fue galardonada con el Highly Commended del Premio Hans Christian Andersen de la IBBY (International Board on Books for Young People). Tambien fue nombrada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Buenos Aires y Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Para seguir leyendo: http://portal.educ.ar/debates/protagonistas/arte-cultura/murio-maria-elena-walsh.php

 

05/01/2011

Cómo manejarse con la nueva ortografía

Supresión de tildes, castellanización de palabras provenientes de otras lenguas, nuevos nombres para viejas letras, entre los cambios

Domingo 2 de enero de 2011 Publicado en edición impresa

Adrián Sack
Para LA NACION

MADRID.- La llegada de 2011 no sólo significó una vuelta de página para la historia, sino también para el uso del idioma español. A partir de ayer, las nuevas reglas y recomendaciones incluidas en las 745 páginas de la flamante edición de la Ortografía de la lengua española , editada en diciembre último por la Real Academia Española (RAE), comenzaron a regir y a generar, al mismo tiempo, dudas y polémicas sobre la necesidad de llevar a cabo esta muy comentada reforma.
No obstante, y ante el vendaval de críticas y objeciones recibidas desde la prensa ibérica, el propio presidente de la RAE, José Manuel Blecua, se esmeró en aclarar en los últimos días que la mayoría de las modificaciones anunciadas por los medios como "cambios impuestos" por esa institución no son más que "simples recomendaciones", mientras que las alteraciones más radicales "sólo obedecen a la consolidación de reglas" que en la edición anterior de la Ortografía , publicada en 1999 y con 577 páginas menos que la actual, presentaban alternativas en su empleo o aparecían como recomendaciones.
A pesar de las aclaraciones, en esa última categoría es donde aparecen los cambios más profundos.
Es el caso de las palabras "guión", "huí", "Sión", "truhán" o "fié", que desde ayer deben escribirse obligatoriamente sin tilde, a no ser que sean empleadas, como en esta nota, para dar cuenta de la modificación de la regla. Pero desde la RAE se insistió en que el uso de las nuevas formas prescindentes de acentuación ortográfica ya habían sido aprobadas 11 años atrás, por lo que tal supresión representa, apenas, la ratificación de una regla preexistente que no fue debidamente acatada tras su presentación.
De igual manera, la muy española tendencia a castellanizar los términos extranjeros -en especial provenientes del inglés- tiene, desde ayer, forma de ley.
Ya no será correcto escribir "piercing", "catering", "sexy", "judo" o "manager" si no se hace en bastardilla o cursiva, con el fin de remarcar su origen extranjero. Desde el primer minuto de 2011, sólo se puede escribir sin este recurso la forma adaptada al idioma español de estas palabras, es decir, "pirsin", "cáterin", "sexi", "yudo" y "mánayer". También sucede lo mismo con los nombres propios, donde Tchaikovski pasará a escribirse Chaikovski.
En la lista de las imposiciones más drásticas, también se hace notar la muerte de la tilde en la conjunción disyuntiva "o" cuando es escrita entre números, lo que originalmente se recomendaba para que la letra "o" no fuera confundida con el número "0". Pero ya no estará bien escribir "4 ó 5". La única forma aceptada será "4 o 5".
Además, ya no existen más los ex presidentes ni los ex maridos, aunque sólo nominalmente, porque luego de las modificaciones publicadas en la Ortografía de la lengua... , pasaron a ser "expresidentes" y "exmaridos". Tan sólo las expresiones compuestas, como alto comisionado o capitán general, podrán utilizar el prefijo "ex" en forma separada.
En cambio, y contrariamente a lo interpretado en un primer momento por varios medios internacionales, la supresión del acento ortográfico en el adverbio "sólo" y los pronombres "éste", "ése" y "aquél" no será obligatoria, ya que, tras arduas discusiones entre académicos, se decidió mantener el uso de ambas formas.
"A partir de ahora se podrá prescindir de la tilde, incluso en casos de doble interpretación", dice el texto, donde el "deberá" fue degradado en su rigor a un simple "podrá".
El empleo opcional de las modificaciones también se extiende a una de las reglas que más polémicas despertaron: el reemplazo de la "b" corta por la más castiza "uve" para denominar a la letra "v", o la desaparición del nombre "i griega" para designar a la "y", que la Docta Casa, fundada en 1713, prefiere llamar "ye" por resultar su uso "el único recomendado para todo el ámbito hispánico, por ser más simple y distinguirse directamente, sin más necesidad de especificadores, del nombre de la vocal i».
Frente a las controversias y resistencias generadas por la gran cantidad de modificaciones de las reglas incluidas en la nueva ortografía, que comprende la supresión en el alfabeto de la "ch" y la "ll", José Manuel Blecua, de 71 años, se esperanzó de que todos los cambios impuestos y propuestos "serán asimilados en cuanto se empiecen a enseñar en las escuelas", tal como sucedió con reformas anteriores.
"En cuanto eso se enseñe en la escuela, no habrá inconvenientes. El problema es para nosotros, para los que hemos aprendido así. A mí se me irá la mano en guión , es inevitable. Yo viví el cambio de fue, vio, dio, que antes se escribían con tilde. Pero la nueva generación no ha tenido ese problema", señaló el director de la RAE.
A partir de ahora, José Manuel Blecua será el encargado de demostrar que la nueva Ortografía de la lengua española no fue inspirada por el guion de un truhan, sino por el trabajo conjunto y consensuado de expertos y algún mánayer del idioma español en todos los países hispanohablantes.


 
En: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1338084&origen=NLCult&utm_source=newsletter&utm_medium=titulares&utm_campaign=NLCult


Imprimir artículo