08/03/2011

24 de Marzo Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

 El período denominado como “Proceso de Reorganización Nacional” constituye uno de los períodos más complejos de abordar de nuestra historia. En primer lugar, porque se trata de acontecimientos recientes. En segundo lugar, porque las heridas que dejó siguen abiertas.
¿Cómo abordar entonces este período tan doloroso y complejo? Lo que preocupa es cómo abordar el tema tratándose de chicos entre 5° año y 7° año de la EGB. 
En 1976, el libro “Un elefante ocupa mucho espacio” de Elsa Isabel Bornemann, y el libro de Laura Devetach “La torre de cubos” estuvieron prohibidos por Decreto de la Junta Militar por considerarlos injuriosos, dañinos y ofensivos para los niños.
La Censura Cultural fue uno de los mecanismos de control autoritario que aplicó la dictadura militar sobre toda la sociedad. Esta Censura consistió en vigilar además de todo tipo de publicaciones (diarios, revistas y libros), obras de teatro, películas, canciones, programas de televisión, entre otros.
La prohibición de libros, editoriales y autores durante la última dictadura fue muy amplia y abarcó distintos géneros y públicos. En particular en la literatura infantil, la mirada autoritaria de aquellos años sostuvo el argumento de que la censura resguardaba a los niños de ciertas ideas consideradas “peligrosas” para el orden social.
Así los cuentos prohibidos fueron acusados de “ilimitada fantasía”, “carecer de estímulos espirituales y trascendentes”, ser “críticos a la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad”, poner en cuestión “valores sagrados como la familia, la religión o la patria”,  simplemente por estar en contra del gobierno militar.
Se llevaron a cabo distintos operativos que tenían como objetivo “detectar” este tipo de literatura y sacarla de circulación. Uno de los ámbitos de “control ideológico” donde estos procedimientos tuvieron fuerte presencia fue el de las escuelas y sus aulas: los maestros, los libros escolares y las actividades que allí se desarrollaban; como también en las bibliotecas y a los bibliotecarios.
La Censura de cuentos infantiles pone en evidencia cómo el autoritarismo penetró en toda la sociedad, imponiéndose en distintos espacios, limitando la libertad de pensamiento, de imaginación y de creación.
Estos cuentos fueron prohibidos durante la última dictadura, en el marco de una política de estricto control cultural que llevada a cabo por el gobierno militar, impuso la Censura como mecanismo para vigilar las maneras de pensar y de sentir de los ciudadanos.
La intención es ligar el problema de la Censura Cultural con cuestiones como la intolerancia a la diferencia y la imposición de ciertos valores como los únicos aceptables.
Trabajar desde la literatura nos ofrece otros modos de posicionarnos ante el desafío de transmitir a los más chicos lo sucedido en la historia reciente de nuestro país.
Invitar a leer este y otros cuentos forma parte de un ejercicio de memoria, que habilita un espacio para el encuentro entre generaciones. A través de este ejercicio puede tener lugar un diálogo sobre nuestro pasado reciente, su incidencia en relación con nuestro presente y las posibilidades que desde aquí puedan tejerse para la construcción de otro futuro.

                    (Los cuentos se cargarán en la próxima entrega)

Ivana Carla Munini
Lic. en Bibliotecología y Documentación

Este proyecto se llevó a cabo en el año 2007 en una Escuela Primaria, 
les ruego que citen el autor y la fuente. Gracias!

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