06/11/2010

Una nueva ortografía para el siglo XXI


Por Ricardo Soca

Después de haber penado durante nueve años en el purgatorio, la ch y la ll serán definitivamente eliminadas de los diccionarios castellanos, a partir de la publicación de la nueva Ortografía de la lengua española, un volumen de ochocientas páginas editado por Espasa con el espaldarazo de las veintidós academias de la lengua, que estará en venta a partir de diciembre. Ambos dígrafos habían sufrido una primera degradación en el Diccionario de 2001, en el que se materializó la decisión de las academias de mantenerlos todavía como parte del alfabeto, pero, en los diccionarios, incluidos en la c y la l respectivamente. Esta resolución obedece a una alegada necesidad de ajustarse a las pautas de un cierto «alfabeto internacional».

La obra será presentada el 28 de noviembre en la Feria del Libro de Guadalajara.

La y griega perderá definitivamente su referencia helénica y será conocida apenas como ye.

Tras la publicación de la nueva obra de la docta casa y sus acólitas, quórum se podrá escribir con c (cuórum) y ¡sorpresa! cuásar será el nuevo nombre de los quásares. Iraq será Irak y el emirato de Qatar pasa a llamarse Catar. La Academia «permite» que estos nombres se escriban con q, pero con la condición de que vayan en bastardilla como extranjerismos crudos y no como vocablos de nuestra lengua.

Otra novedad es que el prefijo ex ya no se escribirá separado ni con guión. A partir de ahora, quienes fueron presidentes serán expresidentes y los ministros que hayan dejado sus cargos pasarán a ser exministros, no ex ministros ni tampoco ex-ministros. Esta decisión es coherente con la Nueva Gramática de la Lengua Española (NGLE), que prescribe que los prefijos van siempre unidos a la base léxica, aunque habrá una excepción: cuando ex preceda palabras compuestas, como ex ministro de Cultura o ex capitán general se escribirá separado .

Otras tildes que se jubilan son las que hasta ahora adornaban la o cuando iba entre números. Si uno quiere ahora escribir 4 ó 5 tendrá que emplear la grafía 4 o 5, que a partir de ahora no se confundirá con 405, según sentenció la autoridad lingüística.

La pronunciación iberoamericana, que hace sonar truhán y guión como bisílabas, es solemnemente ignorada por las academias, que decidieron considerar ambos vocablos como monosílabos, tal como son pronunciados por el 10 % de los hablantes (los de la Península) y, en consecuencia, se escribirán sólo sin tilde. Hasta ahora, se podían escribir con o sin tilde según la pronunciación de cada región, monosilábica o bisilábica.

¿Dije sólo? Pues no, ya no puedo hacerlo: la tilde en solo se elimina definitivamente en todos los casos, incluso cuando pudiera haber ambigüedad (vine solo a verte). Alguien podrá ver tal vez un reflejo autoritario en la aclaración de que la Academia «no condena su empleo si alguien quiere usar la tilde». Menos mal.


En: http://www.elcastellano.org/ns/edicion/2010/noviembre/ortografia.html



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